Apagón digital y la fragilidad de las marcas «solo-redes sociales»

Ayer, el apagón que afectó a la península ibérica nos dejó, entre otras cosas, una lección digital muy valiosa (y quizás un poco inquietante) para las marcas. Si bien es cierto que la falta de electricidad afectó a la conectividad en general, incluyendo el acceso a las internet y los sitios web, la diferencia crucial radica en lo que sucede al restablecerse el suministro.

Al recuperar la electricidad, nuestros canales propios, como los sitios web, vuelven a estar operativos bajo nuestro control. Podemos actualizarlos, comunicar la situación y retomar la actividad con nuestra audiencia directamente.

Sin embargo, este escenario nos muestra la mayor vulnerabilidad de aquellas marcas cuya presencia online se limita, casi en su totalidad, a sus perfiles en diferentes plataformas sociales. Ante una caída generalizada como la de ayer (o incluso ante cambios algorítmicos o decisiones unilaterales de la plataforma), su voz se silencia por completo, quedando completamente a merced de los dueños de esas redes.

Su capacidad para informar, conectar con su comunidad, e incluso mantener la actividad comercial (en aquellos casos que dependan de ello) se ve gravemente comprometida, dependiendo enteramente de la voluntad y la infraestructura de terceros.

Tener un sitio web propio, una de las moralejas de estas situaciones

Tener una web propia no es solo una cuestión de «presencia online»; es una cuestión de control, resiliencia y autonomía. Es el centro de operaciones digital que una marca puede gestionar directamente, un espacio donde la información crucial, los servicios y la conexión con la audiencia no dependen de algoritmos ajenos ni de la estabilidad de una única plataforma externa.

El apagón de ayer nos recuerda lo vulnerables que podemos ser ante eventos inesperados. Si bien las redes sociales son herramientas poderosas para la comunicación y el marketing, no deberían ser el único pilar de nuestra estrategia digital. Apostar solo por ellas nos deja a expensas de las decisiones y la estabilidad de entidades que escapan a nuestro control directo.

Unas recomendaciones propias

• Prioriza la construcción y el mantenimiento de una web propia robusta y funcional. Que sea el centro neurálgico de tu presencia online, tu base de operaciones digital.
• Utiliza las redes sociales como canales complementarios para amplificar tu mensaje, dirigir tráfico a tu web y fomentar la comunidad, pero no como tu único escaparate ni tu principal punto de contacto.
• Desarrolla una estrategia de comunicación multicanal que te permita mantener el contacto con tu audiencia incluso en situaciones adversas y te ofrezca alternativas de comunicación.

La lección de ayer es clara: en el entorno digital, tener el control de tu propio espacio es fundamental para la estabilidad, la continuidad y la independencia de tu marca. No pongamos toda nuestra confianza digital en manos ajenas.

¿Cuál es tu opinión sobre la dependencia de las redes sociales para las marcas? ¿Viviste esta vulnerabilidad ayer? ¡Comparte tu experiencia en los comentarios!