Son muchos/as los/as profesionales que durante estas semanas me han contactado para pedirme consejo sobre su estrategia.
Los tiempos inciertos que estamos viviendo, junto con el batacazo que está experimentando el mercado y la necesidad de re-enfocar, re-pensar y trabajar en nuevas estrategias para recuperar algo de lo que la crisis sanitaria que el COVID-19 ha provocado, está haciendo que todos/as, en mayor o menor medida, nos planteemos cómo vamos a salir de esta.
En el caso de la cultura y las profesiones relacionadas con las actividades creativas, qué decir: producciones paradas, actuaciones suspendidas, festivales anulados o aplazados, presentaciones que ya no se van a celebrar…
La preocupación es grande. Y las actividades culturales y creativas no saldrán de esta si no reciben ayuda pública. Esto está claro.
Pero, ¿hay algo que podemos hacer cada uno/a de nosotros/as para intentar superar esta situación?
Muchas de las consultas han venido enfocadas en este sentido.
¿Qué puedo hacer para posicionarme en la nueva situación? ¿Cómo conseguir que los clientes/productores/promotores (aquí cada uno/a que ponga el término que le aplique) me elijan?
Una de las cuestiones que puedes trabajar estos días es tu propia marca. Analiza, reflexiona sobre ella. ¿Quizá necesite un replanteamiento o un lavado de cara?
Este es el tema que voy a analizar hoy.
Voy a hablarte sobre siete preguntas que puedes hacerte sobre tu marca para definir si lo que necesitas es replantearla.
En términos de marketing a este replanteamiento se le denomina rebranding.
El replanteamiento de una marca o rebranding
Las marcas se plantean un rebranding por diferentes razones.
Pero me voy a enfocar en las cuestiones que pueden implicar a las actividades de tinte cultural y/o creativo, que es lo mío.
Y dentro de éstas, las hay de muy diferente nivel, por supuesto. Pero las grandes ya tienen (o deberían) bien establecido cómo actuar y cómo detectar los puntos que les pueden servir de señales de alerta sobre la necesidad de orientar de nuevo su marca.
En el caso de entidades culturales y creativas pequeñas, este proceso es más complejo: a menudo no saben cómo identificar esa necesidad; ni tampoco cómo afrontarla.
Por eso, hoy me voy a enfocar en este tema.
Para empezar, te aviso de que el rebranding de una marca es un proceso apasionante y agotador en la misma medida. Por eso a menudo las marcas se enfrentar a él con miedos y reticencias; o no lo hacen hasta que no les queda más remedio y cuando ya se les han encendido todas las alarmas.
El rebranding se puede ver como una oportunidad para rejuvenecer la marca, para quitarle polvo.
Cuándo debes preguntarte si tu marca necesita un cambio
Veamos qué razones pueden llevarte a pensar en hacer pasar a tu marca por un cambio, por unos arreglos.
Da igual si eres una compañía de teatro, un/a escritor/a, actor/actriz o músico/a. Las razones te pueden aplicar igual.
Plantéate las respuestas a estas cuestiones.
1. Tu imagen se parece demasiado a la de la competencia
Todas las marcas evolucionan, todas. El tiempo, los proyectos, las experiencias… hacen que se produzca esa evolución. Y tenemos que aprender a aceptar este cambio y a adaptarnos.
El sector en el que trabajas también ha cambiado, ¿verdad? No digamos, además, desde que la transformación digital es ya un hecho que nos afecta a todos/as los/as profesionales y marcas.
El problema que suele surgir en este punto es precisamente que muy a menudo nos enraizamos en nuestra actividad y nuestra imagen tiende a uniformizarse. Y con ello se cae en la homogeneización y en parecernos demasiado a la competencia.
En el caso de los proyectos culturales y creativos, repito una máxima que subrayo siempre: este tipo de actividades llevan la creatividad en su ADN. Por lo tanto, debemos exprimirla hasta la última gota también desde la propia definición de nuestra propia marca.
Reflexiona sobre esto: seguramente tu público no es igual que hace unos años. La sociedad y nuestra forma de vida ha cambiado. ¿Tu marca está alineada a esta situación?
2. Plantéate si tu marca necesita conectar con una nueva audiencia
Ahora mismo estamos en un momento crucial. Y la salida para muchas marcas del sector cultural y creativo va a pasar por enfocarse hacia nuevos o diferentes públicos, audiencias.
Si es este el caso, deberás analizar si la imagen de tu marca va alineada con ese público al que te quieres dirigir. Tienes que dar una imagen que despierte el interés del público que quieres atraer.
3. Tu imagen no refleja los valores de tu marca
Este punto es básico: si tu marca ha evolucionado, como decía arriba, y ello ha derivado en que los valores en los que estaba articulada han cambiado, tendrás que hacerla pasar por el quirófano, sin duda.
La imagen de tu marca tiene que identificarte con lo que eres, con tu esencia.
4. Tu marca se ha expandido
Relacionado con el primer punto, ¿tu marca es igual que cuando empezó?
Quizá tu actividad ha variado, o te has adaptado a lo que el mercado te ha ido pidiendo.
Posiblemente también, has abrazado, o estás en el proceso de la transformación digital.
Piensa: ¿tu marca está acorde a lo que en el año 2020 quieres mostrar?
5. Tu marca se ha convertido en «viejuna»
Derivado de lo que he explicado en los puntos anteriores, puede que el problema sea que la imagen de tu marca, sencillamente, se ha quedado anticuada.
No es lo mismo vieja que anticuada. Hay marcas que aguantan bien el paso de los años; y las hay también que intentan hacer un cambio y modernizarse y vuelven atrás porque la nueva imagen no les identifica con sus valores.
En este punto tiene gran importancia el proceso de la construcción de la marca: si desde su creación se hicieron bien los deberes y se trabajó una imagen que reflejaba la esencia y los valores de la marca, en este punto no habrá tantas dudas.
6. Has tenido una crisis de reputación
Si una marca se ha visto envuelta en una crisis de reputación por un problema, un escándalo, que ha podido llegar a los medios o se ha dado en las redes sociales, deberás plantearte seriamente un rebranding.
¿Por qué? Porque necesariamente tendrás que lavar tu imagen, nunca mejor dicho, y presentarte de nuevo con unos nuevos valores, con un reenfoque. La imagen de tu marca será la tarjeta de presentación de esa nueva idea.
7. La marca se ha fusionado, se ha unido a otra
Este caso es más claro de entender. Si tu marca se ha unido a otra, lógicamente en consecuencia ha nacido una nueva marca.
Se inicia para vosotros/as una nueva era, que necesita de una nueva imagen.
¿Qué te parece? ¿Estás en este punto?